Hasta los aficionados del Estadio Azteca acabaron cansados ante el tremendo derroche físico que cuajaron el América y Pachuca en los octavos de final de la Copa MX.
Ambos conjuntos hicieron gala de un gran poderío ofensivo, aunque se olvidaron completamente del trabajo defensivo. Una oda de ataque que permitió un choque bonito y vistoso.
Durante los primeros compases, el partido no levantó gran expectación, pero a partir del minuto 15 todo se desmadró. Avisó el América, con un disparo de Vargas que Moreira mandó a córner.
Cinco minutos más tarde sí llegó el tanto. Obra de Benedetti, que se estrenaba como goleador, tras centro de Hernández. Poco iba a durar la alegría azulcrema. El joven De la Rosa se encagó de mandar al fondo de la red un pase de Raúl López 180 segundos después.
No acabó ahí la cosa. Tan sólo dos minutos después, de nuevo López haría una internada por la banda derecha, aunque el destinatario en esta ocasión fue Ulloa. El ex del Leicester puso el 1-2 en el marcador. Pudo sentenciar De la Rosa en la última de la primera mitad, pero su pierna golpeó el aire y no el cuero.
Ese fallo con todo de cara, fue el punto de inflexión. A la vuelta de los vestuarios, las Águilas pasarían a ser una apisonadora. En el primer minuto un recién incorporado Henry Martín volvió a igualar el marcador con un poco de fortuna, ya que su disparo dio en un defensor.
No pararon ahí los locales, que siguieron con mucha inercia. Los 'tuzos' estaban ligeramente noqueados y el doblete de Martín en el 54' acabó mandándoles a la lona.
Por si fuera poco, recibieron el cuarto seis minutos más tarde con un golazo de Martínez desde fuera del área. El carrusel del cambios de Palermo ayudó un poco a la reacción visitante.
Ulloa tuvo el tercero de Pachuca en su cabeza, aunque su remate, un tanto forzado, se marchó rozando el palo. En el 90' llegaría la sentencia y la 'manita'. Con los 'tuzos' volcados en ataque, Martínez aprovechó para cerrar la goleada.
Un festival de goles en la Copa MX que dejó patente la debilidad de uno y otro equipo pero que acabó beneficiando a un América que actuó mucho más como bloque.