Muntari protestó duramente al colegiado pidiéndole que interrumpiera el encuentro en el minuto 90 a causa de unos insultos racistas y dejó el campo después de que el árbitro no aceptara sus peticiones y hasta le mostrara la tarjeta amarilla.
El futbolista ghanés perdió la calma durante algunos minutos y terminó abandonando el césped del estadio Sant'Elia, dejando al Pescara con diez hombres en un partido que terminó 1-0 a favor del Cagliari.
No es la primera vez que se produce un evento parecido en el estadio del club sardo: en 2010, el Cagliari-Inter de Milán fue interrumpido durante algunos minutos después de que el camerunés Samuel Eto'o recibiera otros insultos racistas.
So Muntari is under criticism for approaching the fans, the referee told him "your not allowed to do this" pic.twitter.com/cNZ7gdIvwL
— ItalianFootballTV (@IFTVofficial) 30 de abril de 2017