El técnico alicantino, de 43 años, ganó finalmente la carrera por ocupar el banquillo del equipo por delante de David Porras, que es el técnico de la casa y que era el preferido de la afición, siendo el artífice del regreso del Alcoyano a Segunda División en 2011 tras 42 años de ausencia.
En su presentación como nuevo entrenador ha asegurado que, a su juicio, no llega a un club de Tercera División sino a una institución con historia.
"Soy consciente de lo que hay en juego y para mí va a ser un reto muy importante. Sé lo que se ha vivido y la decepción que ha supuesto el descenso. Más allá de la categoría en la que vamos a jugar, este es un club importante. Por ello ni me lo pensé y desde el primer momento he querido estar aquí", ha apuntado.
En su elección se ha valorado mucho su experiencia en el Grupo VI de Tercera División y también se ha tenido muy en cuenta sus dos temporadas en el Ontinyent, sobre todo la primera en la que clasificó al equipo para la Copa del Rey y estuvo cerca de llevarlo a la promoción de ascenso.