Ni las bajas frenan al Bayern en la Bundesliga. El equipo de Múnich se alzó con el derbi bávaro con mucha más facilidad de la esperada. Controló el esférico desde el inicio y fue minando la moral del Augsburgo poco a poco, con finas estocadas.
La primera fue obra de Lewandowski. El ariete polaco demostró su clase y se fabricó de la nada el 0-1 dentro del área. El delantero controló, se giró y mandó un latigazo imposible para Hitz.
La segunda, ya tras el descanso, del propio atacante polaco, que aprovechó un preciso pase en profundidad de Thiago para mandar lejos del alcance del guardameta local en el mano a mano.
Por último, Müller hizo el 0-3 en una larga jugada del ataque del equipo de Guardiola. El alemán, que no firmó su mejor partido, empujó a puerta vacía un gran servicio de Douglas Costa.
Finalmente, con el choque ya agonizando, Bobadilla se apuntó un golazo para maquillar el resultado. El Bayern no sufrió con la experimental pareja de centrales Alaba-Kimmich y controló el choque a la perfección. Decepcionante actuación del Augsburgo, que no supo aprovechar su superioridad en el juego aéreo y apenas creó peligro.