Eran un equipo de Premier y otro de Championship. La diferencia de categoría era notable, hasta en Inglaterra, pero el Arsenal, sobre el papel y pese a la crisis de resultados y juego que atraviesa, debería haber sido superior.
Y no lo fue. El Leeds dio una lección de fútbol al Arsenal durante el primer tiempo, pero con eso nunca basta. En el fútbol, o se transforma el dominio en goles, o casi siempre se acaba perdiendo.
Ocurrió en Londres. El Arsenal, tras sufrir al Leeds en la primera parte, marcó casi la primera que tuvo en el segundo tiempo. El Emirates se despertó con un tiro al larguero de Lacazette en el 50' y cinco después, en una jugada algo enmarañada, Nelson anotó el gol del triunfo, con la inestimable colaboración del portero rival, Meslier.
El gol borró al Leeds del mapa, y permitó al Arsenal encarar la recta final del partido con relativa comodidad. No le hizo falta más al Arsenal para certificar su victoria y avanzar a la siguiente ronda de la FA Cup, en la que le espera el Bournemouth, a domicilio.