Hace diez años, Neymar prometía lo que luego demostraría que iba a ser. Con la camiseta de Santos vivió días de gloria, y uno de ellos fue este espectacular 8-1 que Santos le endosó a Guaraní en la Copa de Brasil.
El equipo brasileño, confiado también a un Robinho en modo goleador, demostró no tener piedad de su oponente y mostró una gran puntería de cara a puerta.