El golpeo de izquierdas de Roberto Carlos es legendario. Es capaz de impregnar un efecto diavólico a cada esférico que decide mandar al fondo de las mallas. En esta ocasión, se trata de un gol olímpico que marcó en el torneo Paulista de 2011 con la elástica de Corinthians.
El futbolista se preparó para sacar un córner, se dio cuenta de que el portero no estaba prestando la suficiente atención y le fusiló. Dirigió el esférico al fondo de las mallas con una precisión excelsa y le añadió otra diana espectacular a su registro profesional.