El recibimiento que brindó la hinchada de Tigres a su equipo fue increíble. Era el partido de ida de la final de la Concachampions. Se enfrentaban dos equipos mexicanos, y la expectación era máxima.
El resultado, para desgracia de Tigres, fue de 0-1 para Rayados, quien a la postre acabaría ganando el torneo, merced al empate a uno cosechado en el partido de vuelta.