René Higuita reunió tantos detractores como seguidores por sus excentricidades. El guardameta casi tuvo un mejor rendimiento ofensivo que bajo palos y fue capaz de anotar grandes goles de penalti o de falta.
En plena semifinal de la Copa Libertadores, ante River Plate en 1995, el portero colombiano adelantó a los suyos con un grandísimo gol de falta directa.
El conjunto argentino se impuso 1-0 en la vuelta, por lo que la eliminatoria se definió en los penaltis. En ellos, Higuita volvió a marcar y Almeyda falló para River, por loq ue los colombianos pasaron a la final, que perdieron ante Gremio.