Encontrar 'feeling' con un compañero de equipo puede ser complicado. Algo que se complica aún más en el caso de las selecciones, puesto que no juegan todos los días.
Pero Cesc y Silva demostraron que no hace falta entrenar juntos 24 horas al día para conectar en el terreno de juego. El canario hizo este gol tras esta asociación perfecta con el catalán. Pura magia.