Es importante recordar las raíces. El primer club suele marcar para siempre la vida de un jugador.
David Trezeguet, por ejemplo, nunca olvidará su paso por el AS Mónaco. Allí estuvo entre el año 1996 y el 2000. Durante ese tiempo jugó 123 partidos y anotó 62 goles. Estos son algunos de sus mejores momentos con el club del Principado.