En esta victoria hispalense hay una lectura negativa: salvo catástrofe, el Sevilla no podrá ganar esta temporada la Europa League. Mal menor y seguramente ni contemplado por un conjunto de Sampaoli fresco, agresivo y seguro de lo que hace y cómo lo hace.
En este escenario cobra otra dimensión N'Zonzi. El centrocampista francés es un auténtico tótem en la medular sevillista, es la brújula que decide por dónde orientar el ataque, el reloj que marca el tempo de cada instante y el dique que se alza ante las acometidas rivales.
N'Zonzi hizo y deshizo, pero necesitó varios minutos el Sevilla para encontrarse ante un Dinamo de Zagreb que, ante la falta de recursos futbolísticos, tiró de agresividad, entradas incomprensibles y patadas sin sentido. Cuando Vietto abrió un boquete en el muro croata, el caño sevillista terminó por anegar la hierba balcánica.
Otro factor que explica el dominio del Sevilla con el Dinamo totalmente metido en su área es el despliegue de Escudero de principio a fin. No es un jugador de una única demarcación: es lateral, carrilero, interior, extremo y, contra el Dinamo, goleador.
El caso es que Vietto golpeó primero y el Dinamo de Zagreb optó por la peor decisión: quedarse con diez jugadores. Stojanovic demostró más soltura pateando tobillos que balones. A la calle tras martirizar a Vitolo. Con 1-0 y diez jugadores en frente, el Sevilla sólo pudo relamerse.
Ganso mostró detalles
Tras el descanso, con el Dinamo de Zagreb embutido en su área el mediapunta brasileño exhibió trazos de la mucha calidad que contiene en sus botas. A Ganso le tocó hacer de Nasri y, aunque está por ver cuál será su papel contra un equipo de superior exigencia, cumplió.
Pudo marcar Ganso con un disparo tras un autopase que dejó a dos croatas temblando. Minutos después regaló una asistencia de muchos quilates a Vitolo que no fue gol porque Livakovic no quiso. El meta del Dinamo evitó una sangría mucho más dolorosa.
El partido de Ganso fue puro Ganso: detalles de genio y lesión. Se tuvo que retirar al vestuario por molestias musculares. Para entonces el Sevilla ya jugueteaba con un Dinamo de Zagreb que no pudo contener a Escudero en la jugada que acabó 2-0.
N'Zonzi logró premio
El francés coronó su actuación con un gol de cabeza tras saque de esquina y el Sevilla le puso la guinda a su clasificación con un último gol de Ben Yedder, que sumó desde el banquillo.
Los de Sampaoli están a punto de certificar su pase a octavos de final de la Champions League al sumar diez puntos. El Dinamo se hunde con un cero en su casillero. El Sevilla seguramente no podrá ganar la Europa League este año, pero se cuela en la siguiente ronda con muchas cosas que decir y, lo que es más importante, argumentos para ello.