Los de Guadalajara metieron a Tigres en su área en los primeros minutos. El arreón inicial fue notable y sólo Nahuel Guzmán y la mala definición del ataque local evitaron el 1-0.
Nahuel salvó a su equipo en un primer disparo, pero su rechace no correspondió a los cánones más clásicos del portero. El rebote fue blando y al centro y allí esperaba Vigón.
Sin embargo, con Nahuel en el suelo y toda la portería para él, el futbolista de Atlas no atinó a marcar el primer tanto del choque.
Su cabezazo de marchó desviado y el jugador cayó desolado al césped al ver la ocasión que acababa de desperdiciar.
23 de febrero de 2019