Vinicius estaba en el foco. Él era el futuro, la esperanza. Pese a su cacareada falta de gol. Entonces llegó Rodrygo, empezó a hacer lo que no podía su compañero, se salió en la Champions y le robó el foco. Y ahora todo ha vuelto a empezar.
Ante el Sevilla, en un once muy condicionado por las bajas, Zidane eligió a Rodrygo. Sin embargo, estuvo flojo el brasileño, contactó poco con la bola y no pudo descollar. Acabó sustituido por Vinicius. Su compatriota fue todo lo contrario: luz, regate, desequilibrio, un tormento por la banda izquierda.
Es algo que ya pasó recientemente contra el Athletic. Así que la estrella de ambos ha cambiado en los últimos meses. Vini le ha vuelto a dar la vuelta a una situación que hablaba de dos mundos distintos cuando Rodrygo tocó el cielo ante el Galatasaray.
Tiene pinta de que será la tónica durante toda la temporada. Y aunque ello implique que al madridista le costará ver de continuo al dúo 'Rodrycius', ellos tendrán garantizado que ese particular pique les hará dar el 100% o incluso más hasta que acabe el curso.