"El jugador perdibe lo que siente el entrenador. Cuando el técnico reduce su energía acaba perdiendo su vestuario. Los entrenadores que no gritan son los que ganan 4-0", señaló.
Así es el llamado 'cholismo'. "Participo cuando el partido se juega en un cable... y el Atlético vive en un alambre. No es el Barça, el Madrid, el Bayern o el PSG. Ellos ganan 4-0, 6-0...", explicó.
Simeone siente el fútbol de la siguiente manera. "Me gusta estar en el campo, ganar partidos y también tener la incertidumbre de lo que va a suceder en el mismo. Siempre que empieza un partido tengo miedo. También me pasaba cuando era futbolista. El miedo te hace mejor, te hace rebelde y te mantiene en alerta", señaló.
"Creer que eres mejor es tóxico porque el fútbol cambia constantemente. El mejor estado mental de un futbolista es cuando tiene miedo porque le obliga a alcanzar su nivel más alto", afirmó Simeone.