El guardameta de 24 años atesora un gran futuro pero no tuvo demasiada suerte en su último equipo, Paraná, con el que sólo jugó seis partidos el pasado curso.
Ahora llega a Vila Nova, equipo con el que ha firmado su contrato a título definitivo, para tratar de hacerse un hueco en el once inicial y seguir acumulando minutos de cara a su evolución como futbolista.