"Fue un partido extraño. Jugamos bien en la primera mitad y tuvimos dos buenas ocasiones antes del descanso. Entonces, concedimos dos goles en el minuto 53 y el 56. A partir de ahí tuvimos muchos problemas", comenzó diciendo Wenger en la rueda de prensa porterior al partido.
Cree que entonces su equipo se desmoronó. "Perdimos la organización y nos vinimos abajo mentalmente. Los últimos 25 minutos fueron una pesadilla para nosotros. Parecía que no teníamos respuesta", apuntó.
Lamentó profundamente la pérdida de Koscielny. "Me hubiera encantado tenerle en la cancha. Es difícil saber el impacto real de su ausencia. La realidad es que tenemos que lidiar con este resultado, que es tremendamente malo", agregó Arsène Wenger, para finalizar.