"Es una pena. Le fiché y amo al jugador y a la persona. Está bien y está mejorando y corriendo, pero el riesgo de forzarle para que regrese antes es demasiado elevado", reconoció el técnico francés en sala de prensa.
En este sentido, Wenger quiso enfatizar en su discurso y subrayó la capacidad de sacrificio y optimismo de un futbolista que ha pasado hasta 11 veces por quirófano para recuperarse de una infacción que le redujo hasta ocho centímetros el tendón de Aquiles.
Aunque volvió a entrenar con sus compañeros del Arsenal en los últimos días, el preparador galo apostó por la cautela considerando que es mejor ser precavidos para evitar alguna recaída que ahonde en los problemas de su tendón.
Mientras tanto, Cazorla otea el final de su contrato esta temporada, donde no tiene noticias 'gunners' pero sí sabe que el Villarreal estudia cómo repatriarle para volver a iluminar La Cerámica con su sonrisa.