El francés, que llevaba 279 días sin 'mojar' en Champions, aprovechó un pase entre líneas de Kroos para plantarse mano a mano con Nauzet y no desperdiciar la oportunidad de decirle adiós a su sequía.
Por fin, Karim recuperó la sonrisa, y lo hizo en el un lugar que le vió anotar un doblete en la máxima competición europea en 2012, cuando estaba a las órdenes de Mourinho y allanó el camino del Madrid a semifinales gracias a sus dos goles.