Ell 23 de abril de este año, el Barcelona visitaba Mendizorroza con intención de dejar totalmente sentenciada LaLiga ante el Alavés.
El cuadro azulgrana, aquella noche de rosa, cumplió con los pronósticos y se hizo con una victoria por 0-2 que dejaba el título al alcance de la mano.
Por aquel entonces, ningún integrante de la plantilla azulgrana podía imaginar que no volverían a festejar a domicilio hasta finales de septiembre.
Y es que aquel triunfo en Vitoria fue el último hasta que este sábado el Barcelona puso fin a su terrible racha lejos del Camp Nou con otro 0-2, esta vez frente al Getafe.
Entre ambas victorias han pasado más de cinco meses y por el camino han quedado tropiezos duros como el 4-0 de Anfield, el 2-1 ante el Valencia en la final de Copa, en 1-0 en el estreno liguero de este curso frente al Athletic o el 2-0 en Granada de hace una semana.
En total, el Barça sumaba ocho encuentros consecutivos sin saborear las mieles del éxito a domicilio. Demasiados para un equipo que quiere y debe aspirar a todo.
Ahora, la plantilla azulgrana y la afición 'culé' esperan que el duelo de este sábado en el Coliseum sirva de punto de partida para una dinámica positiva lejos de casa.