Son las cosas del fútbol. A pesar de descender de manera engañosa, el cruce de cuartos de final provocó más sonrisas que lágrimas entre la afición de los campeones de la Superliga.
Tigre, comandado por Néstor Gorosito, certificó su descenso a la categoría de plata del fútbol argentino a pesar de concluir la competición en puestos de CONMEBOL Sudamericana.
Pero la Copa de la Superliga, un torneo novedoso inventado en el país sudamericano para hacer más liviana la falta de fútbol, le dio una nueva oportunidad al 'Matador'.
Enlazados con los hombres del 'Chacho' Coudet, Tigre dio la sorpresa en casa y le endosó un 2-0 imponente a los 'súpercampeones'. Una dinámica habitual en los enfrentamientos de ida de cuartos de final, donde los grandes se han llevado resultados complicados para la vuelta.
No obstante, pocos confiaban en un desenlace positivo para los de Gorosito, conocedores de la buena dinámica de Racing en Avellaneda. Y en esa dinámica de sensaciones se dio el encuentro.
Al menos los primeros 45 minutos, cuando 'La Academia' hizo añicos la ventaja del primer choque e igualó la eliminatoria antes del descanso.
Orbán hizo el primero en el 20', preludio de la aparición del ídolo de masas: Lisandro López. El '15' aireó a la grada tras cazar un balón dentro del área, colocando el 2-2 en el global.
No obstante, sin ocasiones clara para ninguno de los dos y cuando el partido se apresuraba a los penaltis, Acuña bajó un balón en el 90' para fusilar a Arias falto de ángulo.
El balón se coló por el palo corto del guardameta, pero dando la sensación de ser un disparo imparable. Con poco tiempo para la reacción, 'La Academia' tuvo de nuevo el empate en un balón al larguero. Una vez más, David pudo contra Goliath.