Yacine Qasmi protagonizó una de las bombas del pasado mercado invernal cuando, en el último día del mismo, abandonó precipitadamente el Elche para recalar en el Rayo Vallecano. Un movimiento de última hora que generó un terremoto en Segunda División y que este jueves explicó ante los micrófonos de 'Radio Marca' en la previa del choque ante su ex equipo.
Qasmi admitió que ni él mismo se esperaba nada de lo que acabó pasando. "El último día del mercado fue de locos. Entrené por la mañana en Elche, donde me recuperaba de una lesión. En casa tenía a mi familia, que vino de París para ver el partido ante el Málaga. Como era costumbre, iba a dormir la siesta y entonces me sonó el teléfono. Era mi agente", contextualizó el ariete.
"Me dijo que el Rayo había llamado, trasladó la oferta al Elche y, a los tres minutos, volvió a llamarme para decirme que el club había aceptado y que nos íbamos a Vallecas", continuó. Una verdadera montaña rusa de emociones en una jornada frenética.
No pude hablar ni con Nico Rodríguez (director deportivo) ni con Christian Bragarnik (propietario del club). La última vez que hablé con Nico fue días antes de mi marcha, cuando me preguntó cómo estaba. Eso no era suficiente para pensar que no me querían. Con Pacheta sí hablé tras el partido ante el Malaga y me dijo que no sabía nada", zanjó.
"No podía creerme que el Elche me quisiera vender, pero tenía claro que no me iba a quedar. No me lamento de haber salido porque estoy en un gran club como el Rayo Vallecano, pero las formas del Elche no fueron las mejores", afirmó el marroquí a su entender.