Tras una primera mitad bastante insulsa, la salsa del fútbol llegó en los segundos 45 minutos. Tres tantos que acabaron decantando la balanza en favor del América de Cali gracias a un hombre con nombre de enviado de Dios.
Porque lo que hizo Yesus Cabrera sobre el césped del Nemesio Camacho fue casi una aparición sobrenatural. Todo lo que tocó llevó peligro y fue clave en los dos goles del triunfo 'escarlata'.
El primer aviso llegó de parte del América, con un disparo de Pisano que consiguió salvar sobre la línea Rentería. Hubo que esperar hasta que se cumpliese la media hora de juego para ver un segundo acercamiento peligroso.
Rangel se encontró con Castellanos en un mano a mano que no fue capaz de definir. Independiente Santa Fe no conseguía encontrar el modo de generar un peligro claro y consistente.
De hecho el número de llegadas fue cero durante la primera mitad. La seguridad de la defensa 'escarlata' era reforzada por las escasas intervenciones necesarias de Volpi.
Tras el descanso, el ingreso de un hombre iba a ser más que suficiente para decantar la balanza del lado visitante. Su nombre, Yesus Cabrera.
La primera pelota que tocó, la mandó al fondo de la red tras un gran robo de Pisano. Pero no fue lo único que llevó a cabo. Todo el peligro nacía de sus botas.
El tanto fue lo que necesitó Santa Fe para despertar en el encuentro. Se lanzaron como hienas a por el gol, pero la presión les pudo y en los metros finales los nervios impedían generar una ocasión clara.
Los 'leones' seguían sin conocer la victoria, por lo que la presión era aún mayor. El tanto del empate tuvo que llegar a balón parado, en un córner de Sambueza que mandó al fondo de la red Torijano.
El central de Santa Fe no había estado bien en defensa, pero parecía que podría arreglar su partido con ese tanto. Nada más lejos de la realidad. Pocos minutos después, volvió a cometer un fallo en la marca.
Fallo que aprovechó Cabrera para poner un centro a los pies de Rangel que supuso el 1-2 final. Volvió a internarlo con todo Santa Fe, pero esta vez se quedó con la miel en los labios y con solo dos puntos de 21 posibles.