El partido comenzó muy favorable para España. Ceballos estrenó el electrónico con un zapatazo magnífico, pero poco a poco fue despertando el combinado italiano.
Chiesa, sobre el 36' de juego, encontró el premio del empate e Italia se vino arriba, tanto que se sucedieron los balones colgados al área de Unai Simón.
Y fue el joven portero del Athletic el que, involuntariamente, propinó un golpe muy fuerte a Zaniolo, que pronto fue atendido y trasladado a vestuarios en camilla.
En su lugar entró Orsolini. Baja muy sensible para Italia. Habrá que esperar cuánto tiempo está ausente el jugador de la Roma, una pieza importante de la sala de máquinas de Luigi di Biagio.
16 de junio de 2019