"Empezamos muy mal el partido, fue un problema de concentración. Después jugamos mejor el partido, pero en el global no podemos decir que es un momento bueno para nosotros", admitió el francés.
El entrenador siguió explicando qué ocurrió para que el resultado fuese 2-3: "Intentamos jugar bien y hacer bien las cosas. Es verdad que en unos días volveremos a jugar con el Barcelona, pero hoy ha sido un partido de dos caras", afirmó.
"Hemos perdido demasiados balones fáciles, algo que no va con nuestro juego", reconoció Zidane.
El Real Madrid y el Barcelona se volverán a ver las caras el próximo 13 de agosto en el Camp Nou, en la ida de la Supercopa de España.