"No podemos estar contentos. Hicimos mucho, durante todo el partido. Tuvimos muchas ocasiones de gol, para llevar el partido a nuestro lado. Cuando tú no matas el partido puede pasar esto y pasó", comenzó diciendo Zidane.
Y no dudó en afirmar que la derrota dolió. "Estamos decepcionados con el resultado. Cuando logras el 2-2 con diez hay que tener un poco más de cabeza y estar juntos para defender", añadió.
Reconoció que el Madrid buscaba el gol de la victoria, incluso con uno menos, tras la expulsión de Ramos. "Pensamos que podíamos hacer el tercer gol. En un saque de banda estamos fuera de sitio y pasó lo que pasó", dijo, para explicar el tanto de la derrota.
"Hay que ver el partido otra vez pero no va a cambiar nada de todas formas. Hay mucha más Liga pero tenemos que pensar ya en el próximo partido", agregó, tratando de suavizar sus palabras, que reflejaban malestar y frustración.
Para Zidane, no fue Messi el que ganó el partido. "Messi marca la diferencia en su equipo. Hoy ha hecho dos goles pero no es solo Messi. No hemos controlado bien los momentos donde podíamos hacer daño al rival. Que ellos te hacen daño es lógico en un partido", explicó.
De lo que no quiso hablar fue del árbitro. "No quiero saber nada de campañas arbitrales. El árbitro expulsó a Sergio y hay que aceptarlo. Mi balance es que pudimos matar el partido y es ahí donde estamos decepcionados", dijo, al ser cuestionado por la roja a Ramos.
"Son muchos partidos en los que tenemos muchas ocasiones y no hacemos goles. Y te castiga porque al final son rivales muy buenos que hacen daño, y nos lo hicieron. Pero no tengo nada que reprochar a mis jugadores. No va a cambiar nada porque depende todavía de nosotros", añadió Zidane.
Se volvió entonce al contragolpe definitivo del Barcelona. "Pensamos que se podía meter el tercer gol. Empatando con 10 y presionar arriba es peligroso, pero no se lo voy reprochar, el ir a por el partido. Estamos decepcionados porque no merecimos perder, pero el fútbol es así. No hay que darle más vueltas", comentó.
Prometió pelear por el doblete Liga-Champions. "No va a cambiar nada de lo que estamos haciendo. Jugamos ante un gran rival. Hay que descansar y pensar en el próximo partido porque depende de nosotros. Vamos a ser positivos hasta el final", respondió.
Y quitó importancia al hecho de haber perdido, aunque el rival fuera el Barça. "Era una ocasión para sumar, no para sentenciar la Liga. Claro que hubiera sido mejor ganar, pero no fue así y ya está", dijo el técnico galo.
Se le cuestionó la titularidad de Bale. "Me dijo que estaba bien y no me arrepiento para nada. Estoy decepcionado por él. Estas cosas no se pueden controlar. Se le harán pruebas y espero que sea poco", explicó, sobre el futuro inmediato del galés.
Y terminó señalando la gran debilidad de su Madrid. "Con las que tuvimos hoy y en otros partidos podemos matar los partidos y no lo hacemos. Hay que seguir trabajando y hay que ser efectivos", dijo Zidane, antes de retirarse de la sala de prensa del Bernabéu.