En la temporada 2014-15, la primera de Zidane como entrenador, Marcos Llorente estaba a sus órdenes en el Castilla.
Pero de aquello ya han pasado cinco años y ahora el técnico se ha encontrado con otro Marcos Llorente distinto de aquel del que despidió cuando dejó el banquillo del Bernabéu, en mayo del pasado año.
Y es que el canterano ha dado un paso adelante, creciendo, dando lo mejor de sí cuando peor pintaba todo. Con él, no tuvo esa oportunidad.
Sin embargo, con la lesión de Casemiro y la llegada de Solari al Real Madrid, la situación de Marcos Llorente cambió radicalmente.
Porque tampoco tuvo apenas protagonismo con Lopetegui, con el que no llegó a jugar ni un cuarto de hora en el conjunto blanco.
El argentino le dio galones y elc anterano terminó 2018 ganando el Mundial de Clubes, generando buenísimas sensaciones.
Solari le eligió en el derbi de Copa en el Camp Nou y le echó en falta en los otros dos, los que provocaron su despido junto a la debacle ante el Ajax.
Ahora, en su segunda etapa como técnico 'merengue', Zidane le ha dado una oportunidad poniéndole como titular ante el Huesca.
Lo hizo dejando a Casemiro en el banquillo y el canterano respondió. Dio 59 pases buenos de 64, lo que da un 92,2% de acierto.
También recuperó siete balones y ganó diez duelos en un gran despliegue físico, algo que tome especial relevancia si tenemos en cuenta que llevaba dos meses alejado de los terrenos de juego.