El gran encuentro del sábado entre FC Barcelona y Real Madrid supondrá un reto para Ronald Koeman, que vivirá su primer 'Clásico' como técnico, pero sobre todo será un examen para Zinedine Zidane.
'Zizou' afronta el duelo frente al eterno rival tras las duras cornadas en casa ante dos equipos a los que debía haber ganado sí o sí: Cádiz (en LaLiga) y Shakhtar Donetsk (en Champions). Dos tropiezos que hacen que el técnico galo pueda jugarse su puesto en los próximos días.
Consciente de ello y sabiendo que ni los resultados ni el juego están acompañando, Zidane buscará revertir la situación confiando más que nunca en la que ha sido a lo largo de los años su guardia pretoriana.
Tal y como indica 'Marca', el preparador francés seguirá confiando en aquellos futbolistas que le hicieron ganar todo y a los que ha defendido a capa y espada de las críticas externas para blindar a un vestuario que siempre ha estado muy a gusto con 'Zizou' en el banquillo.
Y es que Zidane continúa creyendo en jugadores como Marcelo, Modric o Varane, que no atraviesan su mejor momento, y apuesta con ellos con mayor asiduidad por delante de otros talentos más jóvenes (Vinicius, Rodrygo, Valverde...), que siguen tratando de ganarse su hueco definitivo en el once en el día a día sin éxito.
Ahora, con el agua al cuello en el primer tercio de temporada, se espera que el técnico de las tres Champions consecutivas entre 2016 y 2018 haga menos experimentos que nunca. Irá con los suyos, los que le han hecho tocar tantas veces la gloria, hasta el final. Solo queda saber cómo será el mismo.