Tras el parón de selecciones, la competición doméstica recupera el foco mediático, donde el primer derbi del Wanda Metropolitano acapara todas las miradas de la parroquia futbolera.
Más allá de la falta de puntería en este inicio de campeonato, Zidane andaba preocupado por el estado físico de los dos jugones del Real Madrid, lastrados en sus compromisos internacionales.
Modric tuvo que emplearse a fondo para clasificar a Croacia para el próximo Mundial de Rusia, mientras que Isco visitó La Rosaleda como profeta en su tierra, pero salió lesionado tras una fuerte entrada costarricense.
Sin embargo, Zidane esbozó una sonrisa al ver miércoles a ambos centrocampistas sumarse al grupo de entrenamiento, ejercitándose con normalidad para preparar el enfrentamiento ante el Atlético de Madrid.
Asimismo, Kovacic participó en la segunda parte de la sesión, en su particular puesta a punto tras la lesión muscular que sufrió hace más de un mes ante el Apoel en Champions.