El propio Zidane explicó por qué lo hizo. "Me dijo que estaba bien y no me arrepiento para nada. Estoy decepcionado por él. Estas cosas no se pueden controlar. Se le harán pruebas y espero que sea poco", comentó sobre el incidente en la rueda de prensa.
Había dudas sobre si Bale jugaría o no el 'Clásico'. Se había entrenado con normalidad apenas un par de días antes, y más de uno pensaba que estaría en el banquillo.
Pero Zidane sorprendió al hacerle titular, una decisión que mandó a Lucas a la grada. Pero no es lo mismo entrenar que jugar a pleno rendimiento un 'Clásico'.
Bale se rompió pasada la media hora y dejó su sitio al que debería haber jugado de inicio, Marco Asensio.
Sin embargo, al término del partido comenzó a correr un rumor como la pólvora. Una confesión de Zidane hecha en 'petit comité': que había alineado a Bale porque el galés se lo pidió, porque le hacía ilusión.
Zidane, quien se ha caracterizado por haber sabido manejar a la perfección los egos de un vestuario conflictivo, podría haber pegado su primer gran 'patinazo' como entrenador.
Este episodio nos recuerda a otros. El jugador asegura que está bien, su entrenador le cree y al poco de empezar el partido, rompe. Le ocurrió a Diego Costa en la final de la Champions de 2014, y le ha ocurrido a Bale en otra final, de Liga, aunque es cierto que, pese a la derrota, los blancos siguen dependiendo de sí mismos.