Bale es un galáctico de cristal. El presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, no controló el maletín que contenía los 101 millones de euros que pagó por hacerse con uno de los jugadores más destacados del Tottenham y de la Premier League en aquel verano de 2013.
Cuatro años han pasado desde que el galés llegó a Concha Espina y, desde ese momenteo, las lesiones han sido su martirio. Bale se ha lesionado en más de una docena de ocasiones, por lo que no ha logrado la continuidad que todos los entrenadores que han pasado por el coliseo blanco deseaban.
A base de insistir, Bale ha logrado poner en la cuerda floja a Carlo Ancelotti, Rafa Benítez y Zinedine Zidane. El entrenador italiano, ahora en el Bayern de Múnich después de quedar fuera del Real Madrid, desveló en uno de sus libros que el presidente Florentino Pérez había contactado con él para pedirle explicaciones por sentar a Bale en el encuentro ante el Valencia en el pasado 4 de enero de 2015. En ese momento, el conjunto blanco pasaba una mala racha tras lograr 22 victorias consecutivas. Y, finalmente, Ancelotti se fue.
Rafa Benítez se sentó en el banquillo del Real Madrid para sustituir al italiano y poco tiempo el faltó para encender el fuego entre los componentes de la famosa 'BBC'. El español, ahora en el Newcastle, quiso poner a los tres tenores del ataque blanco al mismo nivel y sus palabras le pasaron factura: "Es difícil decir quién es el mejor. Creo que Cristiano, Bale, Benzema o James están ahí...", afirmó.
Benítez no logró conectar con el vestuario blanco y la derrota por 0-4 ante el Barcelona hicieron romper su contrato en mil pedazos. La última víctima de Bale es Zidane. El francés optó por poner al galés en once titular a pesar de las múltiples molestias que presentaba. El extremo no estaba al cien por cien, pero él mismo le dijo a Zidane que estaba apto para jugar el 'Clásico'.
Bale no aguantó ni la primera mitad, el Real Madrid perdió y Zidane está en el punto de mira...