Los objetivos del equipo el pasado verano eran casi faraónicos. Con Shahid Khan, un multimillonario pakistaní, a la cabeza de la directiva, el equipo acudió al mercado de fichajes decidido a tirar la casa por la ventana.
Fueron 19 altas, entre fichajes y cedidos, las que el equipo ha realizado durante la temporada. La inversión de 112 millones, que sirvió para contar con hombres como Jean Michaël Seri, Aleksandar Mitrovic, Fabri, Ryan Babel, André Schürrle, Lazar Markovic, Luciano Vieto y Sergio Rico, entre otros, no sirvió para nada.
El Fulham ha sido, tras el Huddersfield, el peor equipo de la máxima categoría inglesa. Fue el segundo club en descender y lo hizo mostrando unos números esperpénticos teniendo en cuenta la gran inversión realizada. Solo ganó cuatro partidos en 33 encuentros, sumando cinco empates y 24 derrotas. 17 puntos de 99 posibles.
Además, el equipo fue el más goleado (76 tantos en contra), con una ventaja de 15 sobre el segundo que más goles recibe (Cardiff City, 61). Mirado desde cualquier ángulo, el Fulham ha realizado una temporada merecedora del descenso que le llevará de nuevo al infierno del Championship.
Y es que la directiva también invirtió en el banquillo al fichar a Claudio Ranieri, técnico que ganó la Premier League en 2016 con el Leicester City. El italiano llegó el 14 de noviembre para sustituir a Slavisa Jokanovic, técnico inicial. Pese a su reputación, Claudio fue fulminado el 28 de febrero y desde entonces se está haciendo cargo del club Scott Parker, quien hizo pleno de derrotas en sus primeros cinco partidos al mando del club. Tres personas al mando del barco... y ninguno supo enderezar el rumbo.
Al Fulham solo le queda luchar por la honra que pueda conseguir hasta su último partido, el 12 de mayo ante el Newcastle. Hasta ese choque en el que se despedirá en casa de la Premier, los 'cottagers' se verán las caras a Everton, Bournemouth, Cardiff City y Wolverhampton Wanderers.