697 goles tienen la culpa de que Leo Messi sea considerado uno de los mejores jugadores de la historia. 697 dianas y mucho más, porque el argentino ha dado otros 273 a sus compañeros y, números aparte, ha confirmado en el terreno de juego que está a la altura de los más grandes de este deporte.
Este 18 de abril de 2020 se cumplen 13 años de uno muy especial: el que hizo que empezásemos a considerar a Leo como el sucesor de Maradona. El día en el que Messi pasó de ser uno de tantos buenos jugadores que han pasado por el Barça al hombre que podía cambiar el futuro del equipo.
Aquel miércoles de abril, Barça y Getafe se enfrentaban en unas semifinales de Copa del Rey que pasaron a la historia. No solo por el 4-0 de la vuelta, con el que el Getafe remontó el 5-2 de la ida y se coló en la final, sino también por lo ocurrido en el partido del Camp Nou.
Leo cuajó un partido superlativo. Ausente Ronaldinho, el argentino le regaló el 1-0 a Xavi, que puso en ventaja al Barça gracias a una acción que quedó totalmente opacada por la de Leo, pero que fue uno de los mejores tantos de su carrera.
En el minuto 29, Messi recogió el balón en el centro del campo y puso el turbo para hacer uno de los mejores goles de la historia. Se fue de Paredes, Nacho, Belenguer, Cortés y Alexis, regateó a Luis García y, casi sin ángulo, puso rúbrica a una obra de arte.
Un tanto que irremediablemente fue comparado con el anotado por Maradona ante Inglaterra en México 86 y que Messi casi repitió en la final de Copa de 2015 ante el Athletic.
El propio Leo haría el 3-0 antes del descanso con un gran remate y el Barça parecía tener en la mano el pase a la final, a pesar de que el Getafe atacaba con mucho peligro a una defensa compuesta por Zambrotta, Puyol, Márquez y Gio que no terminaba de encontrarse a gusto.
Güiza y Nacho, en dos minutos de la segunda parte, pusieron patas arriba la eliminatoria, aunque Gudjohnsen y Eto'o, con dos nuevos tantos, parecían dejarla sentenciada. El 4-0 de la vuelta, con goles de Casquero, Güiza (dos) y Vivar Dorado, dejó en nada la primera gran exhibición del que un 18 de abril empezó a convertirse en un jugador de otra galaxia.