Juventud, divino tesoro. Energía, condiciones, ilusión y mucho margen de mejora. Parece que los 19 años del pequeño Justin lo tienen todo para llegar a lo más alto... pero no. La experiencia es una moneda que se cotiza muy bien en el fútbol. Y de esa fortuna sí puede necesitar alguna que otra limosna del delantero bosnio.
El ex del Ajax llegó a la capital italiana con 82 partidos, 21 dianas y 24 asistencias, según datos de 'ProFootballDB'. Ya suma un choque y un pase decisivo más. Su estilo de atacante dinámico y polivalente le hace menos preso del gol, pero a un delantero nunca le vienen mal unas clases particulares de cómo, cuándo y dónde hay que estar para provocar la euforia de miles de seguidores.
Mientras que Kluivert aún ni ve de aproximarse los 100 partidos como profesional, día tras día se cambia en el vestuario al lado del bueno de Edin. O lo que es lo mismo. Trabaja codo con codo con 517 partidos, 247 goles y 80 asistencias. A sus 32 años, los 13 que le lleva de ventaja pueden ser todo un filón para el holandés.
Los secretos de la cocina se conocen al haber guisado el estofado número 200, por lo menos. Los del área nunca terminan de descubrirse por completo, pero no suena a mal aval superar el medio millar de batallas ante centrales rudos, porteros vengativos y todos los ingredientes que lo rodean.
Por ello, la oportunidad que tiene Kluivert podría ayudarle a seguir creciendo. Su futuro parece más que interesante y con maestros de la talla de Dzeko, a buen seguro que sus opciones se multiplican. Y más aún después de haber firmado el primer servicio juntos para la Roma.
Ante el Atalanta, podrían coincidir por primera vez desde el inicio. Y es que precisamente una asistencia del ex del Ajax, especialidad de la casa, fue aprovechada por el bosnio para darle la victoria a los suyos ante el Torino en el minuto 89. Muchos que enseñar, mucho que aprender. Ambos de ambos.