Todavía le quedan casi dos meses, pero Samir Nasri ya comienza a ver la luz al final del túnel. Menos de 60 días para que el jugador francés pueda volver a los terrenos de juego tras sortear una dura sanción, de 18 meses, que la UEFA oficializó por someterse a un tratamiento de vitaminas que la Agencia Mundial Antidopaje no aprobó.
En un primer momento, a Nasri le llegó una sanción de 'solo' seis meses. Presentó un recurso, pero lo que hizo la UEFA fue ampliar el periodo de baja hasta los 18 meses. Año y medio sin tocar bola para un futbolista que en su última etapa sobre el verde defendió la camiseta del Antalyaspor.
Allí llegó después de una temporada de luces y sombras en el Sevilla, donde acabó mucho peor de lo que empezó. Ahora, a sus 31 años, Nasri tiene fe en volver a ser el jugador de quilates que fue durante buena parte de su carrera. Gusta en la Premier, que podría ser su destino según la información de 'Mirror'.
Concretamente, West Ham o Everton. De convertirse en un 'hammer', Nasri se reencontraría con un Pellegrini que ya lo entrenó en el Manchester City. En el Everton le esperaría un proyecto sobre el papel más atractivo, también con una mayor competencia.
La UEFA permitió que, a partir de este 1 de noviembre, Nasri pudiera entrenar con algún club para ponerse a punto de cara a su posible vuelta en enero, aunque de momento no hay señales del francés. En menos de dos meses, la resolución.