Hay que tener en cuenta que no debe ser nada fácil estar en la piel del jugador. Criado en la cantera del PSG, tuvo que tomar la decisión de hacer carrera fuera de la lujosa casa en la que ya estaba acomodado. El brutal nivel del ataque francés le cerraba por completo las puertas de la élite.
El Leipzig, revelación alemana del pasado curso, se presentó como una gran opción. Un equipo ambicioso, que jugase Champions y donde pudiese desarrollar todo su talento. Pero, como decíamos, no es fácil abandonar tu casa tan joven y triunfar así, a las primeras de cambio.
Por ello, el inicio de curso no fue el más deseado por Augustin. Que Messi hable así de uno debe ser un honor, pero las consecuencias que acarrea también deben ser sobrellevadas. No sólo el argentino se percató de su nivel, ya que fue elegido como candidato a ganar el Golden Boy 2017.
Hace casi año y medio de las declaraciones de Leo, pero el tiempo parece empezar a darle la razón. De las 11 titularidades en la Bundesliga este curso, seis han sido en 2018. Pero especialmente bueno ha sido su último mes, en el que ha sumado cuatro de sus ocho goles, doblando su registro.
El último que logró, en la Europa League ante el Zenit, les dio el billete a cuartos de final a los alemanes, que empiezan a ver los frutos del talento y calidad que todos vieron a Jean-Kévin Augustin. El francés, ante el Bayern, tendrá otra nueva oportunidad para demostrar que su excelsa mejoría no es cuestión de rachas.