Año oscuro para el fútbol femenino 'Tico'

El rendimiento de la Selección Femenina Absoluta ha sido una de las principales preocupaciones de los aficionados costarricenses, con 3 empates y 8 derrotas en el último año, lo que refleja una serie de problemas dentro del campo que parecen no encontrar solución.
El equipo dirigido por el Español José Benito Rubido sigue sin una identidad de juego clara, con una defensa que muestra vulnerabilidades constantes y una ofensiva incapaz de traducir sus oportunidades en goles. La falta de cohesión táctica e ideas dentro del campo se ha convertido en una preocupación creciente, mientras las expectativas de un proyecto que prometía renovarse se diluyen con el paso del tiempo.
La situación en la liga nacional no es menos alarmante, ya que equipos tradicionales como el Deportivo Saprissa o el subcampeón actual Puerto Viejo FC han anunciado su retiro de la máxima categoría del fútbol femenino costarricense debido a desacuerdos con la organización del torneo. Otros clubes han expresado su descontento en comunicados públicos, exigiendo la pronta reactivación del campeonato y rechazando la propuesta de reducción del número de equipos, subrayando la necesidad de estabilidad y competitividad para el crecimiento del fútbol femenino en el país centroamericano.
La Unión Femenina de Fútbol de Costa Rica (UNIFFUT), responsable del balompié femenino tico, ha sido incapaz de manejar los desafíos derivados de la falta de respaldo económico adecuado y la ausencia de estrategias claras. La situación ha evidenciado una crisis estructural, que refleja la falta de inversión y el apoyo necesario para un crecimiento real del fútbol femenino en Costa Rica.
A pesar de los problemas, existen señales de esperanza. La Selección Sub 17, por ejemplo, logró clasificar al Mundial de Marruecos 2025 en dicha categoría, alcanzando el mejor segundo lugar en el Premundial Sub 17 de CONCACAF. Además, Costa Rica será sede del Premundial Femenino Sub 20 del 29 de mayo al 8 de junio de 2025, torneo que otorgará plazas para el Mundial de Polonia 2026. Este evento representa una oportunidad única para revitalizar el interés en el aficionado y ofrecer una plataforma para el desarrollo de nuevos talentos, lo que podría ser clave para el futuro.