21 años después bien merecen un liderato al que invita Cyle Larin

Puede que la nevada fuese un presagio de lo que iba a ocurrir. Edmonton estaba blanca y el Commonwealth Stadium era más una zona de guerra de bolas de nieves que un campo de fútbol horas antes del choque. A México no le habría venido nada mal que eso propiciase el aplazamiento de su duelo contra Canadá, que doblegó con facilidad a los aztecas gracias al doblete de Cyle Larin. Y hacía 21 años que los canadienses no ganaban a los aztecas, más concretamente desde el 20 de febrero de 2000.

Las condiciones climatológicas afectaron, enormemente, a la fluidez del juego. Pocos toques, muchas interrupciones y un aburrimiento complicado de llevar para el espectador. En este clima de imprecisiones, los de John Herdman supieron calentarse antes que su rival y empezaron a avisar a cuentagotas.

Solo despertó México gracias a algún que otro intento tímido de Hirving Lozano y Raúl Jiménez. También apareció Davies, la gran estrella canadiense, en una internada por la izquierda, pero su definición con la diestra, su pierna mala, la despejó la defensa azteca.

Cuando el 0-0 parecía que brillaría al descanso, Cyle Larin cazó un rechace, tras un buen disparo de Eustáquio, para batir a un Guillermo Ochoa que pudo repeler el primer lanzamiento, aunque no el segundo. Justo cuando duele. A ese que lo llaman 'gol psicológico'. En los últimos suspiros de la primera mitad.

El del Besiktas fue el encargado de enterrar aún más al 'Tri'. Y es que tardó solamente seis minutos después de salir de vestuarios en rematar una falta al segundo palo para poner el 2-0 en el electrónico. La defensa de México hizo aguas y vendió a un Ochoa que poco pudo hacer ante una ejecución a bocajarro.

A partir del 2-0, el encuentro vivió tramos muy lentos y aburridos, debido en gran parte al hielo que había sobre el césped. Unas condiciones que favorecían a Canadá, gran beneficiada de las contrariedades para ejecutar a la actual subcampeona de la Copa Oro.

Y los del Tata Martino no consiguieron escapar de ese bloque de hielo, solo al final, cuando Héctor Herrera recortó distancias gracias a un tremendo testarazo a posteriori de un centro del 'Tecatito' Corona. Fue en el 90' y el árbitro añadió cinco minutos a los 90 reglamentarios. Fue el único momento en el que el honor azteca salió a flote en Edmonton.

A nada se quedó México de poner el empate, pero Jorge Sánchez, que cazó el esférico en la línea de gol, remató deficientemente y mal posicionado para así permitir que la zaga local despejase el peligro. El centrocampista pidió gol, pero ni fue 'fantasma': el cuero no rebasó entero la línea de cal. Eso sí, era más difícil fallarla que meterla.

Pitó el colegiado y Canadá explotó. 21 años después volvió a tumbar a México y para ponerse como líder del Octagonal de la CONCACAF con 16 puntos tras ocho jornadas. Está uno por encima de EEUU y dos de México. Panamá se queda de momento en el cuarto puesto, el de la repesca.