El tiempo pasa rápido. Tanto, que a veces no te das cuenta. A finales de enero se cumplieron 25 años de la máxima goleada de la historia del Sporting de Gijón en Primera División, endosada a un Osasuna con el que los asturianos se ven las caras en la noche de este viernes.
Fue un partido típico del norte de España... y de los años 90. En una de aquellas ya extintas jornadas de domingo, con hasta ocho partidos simultáneos y lluvia y barro en el césped.
El cuadro rojiblanco llegaba al encuentro en la cresta de la ola, haciendo el que muchos consideraban el mejor fútbol del campeonato, y por encima incluso del Real Madrid de Benito Floro en la tabla.
Osasuna, por su parte, vivía la peor temporada en más de una década y los navarros acabarían descendiendo con bastante antelación. Sin embargo, por aquel entonces, aún soñaban con una salvación que el Sporting se encargaría de complicar enseguida.
El día de Escaich
Los rojiblancos, terceros en la clasificación, sólo por detrás de Deportivo de la Coruña y Barcelona, pronto pondrían el partido imposible para un Osasuna que vio cómo el barro de El Molinón pronto se convertía en arenas movedizas. A los once minutos, los de Enrique Martín ya perdían por 2-0 con los goles de Escaich y Abelardo.
Muchos dicen que fue este partido el que hizo a Cruyff apostar por el atacante catalán. Escaich firmaría tres tantos más después del 1-0, el 5-0, el 6-1 y el 7-1, estos dos últimos, ya en la segunda mitad.
Antes, un futuro mundialista como Mario Stanic, entonces delantero y luego lateral había hecho el 3-0 y el 4-0 en la que fue su única gran tarde como sportinguista.
Ziober, de lo poco rescatable de Osasuna en una aciaga temporada, firmó el único tanto para los navarros nada más volver del descanso, cuando el Sporting ya arrasaba por 5-0 a un equipo sin rumbo.
La jornada ponía el punto final a la primera vuelta y confirmaba como aspirante europeo a un Sporting que se desinflaría en la segunda vuelta. Osasuna, que aún creía que la salvación era posible, amagaría con reaccionar, pero caería pronto a la última plaza y certificaría su primer descenso en 14 años.
25 años después, El Molinón acoge un partido con mucha historia. Lejos de aquellos tiempos en Primera, ambos buscan volver al sitio que históricamente tienen entre los grandes. Y a diferencia de aquel 16 de enero de 1994, este 8 de febrero de 2019, las cosas van mejor para los visitantes.