Estamos en uno de los momentos clave de la temporada y los grandes jugadores acaparan todos los focos. Al término de los primeros enfrentamientos de ida de cuartos de final de la Champions, hay que resaltar a 3 futbolistas que no ofrecieron el nivel que se esperaba de ellos.
Hablamos de Haaland, Bellingham y Mbappé. Estas figuras tuvieron un rendimiento bastante pobre a tenor de lo que han mostrado en lo que llevamos de la presente temporada. En relación al noruego, Antonio Rüdiger fue su némesis y se sacó un máster tras anularlo por completo. Por su parte, Jude estuvo muy errático frente al City y se le vio más protestando al árbitro que generando peligro. Y en el caso del de Bondy, la estrella del PSG no conectó con sus compañeros y Koundé le secó al igual que Araujo, muy acertado en las ayudas.
Rüdiger, la sombra de Haaland
Todo el planeta fútbol estuvo pendiente del Madrid-City, un partido de altos vuelos que terminó con un espectacular 3-3. El tema es que si analizamos los goleadores, no hay ni rastro de Haaland. El noruego, que lleva 30 tantos en la 2023-24, se quedó en blanco en el Santiago Bernabéu. El 'Cyborg' sabía que era una cita en la que no podía faltar, pero ni se presentó porque no le dejaron.
Ancelotti le encomendó a Rüdiger la misión de parar por todos los medios al gigante nórdico, que no olió ni una cerca del área defendida por Lunin. El zaguero alemán, que ya le ganó la partida al delantero en la ida de 'semis' del curso pasado, aprobó de nuevo con un sobresaliente.
El germano volvió a repetir la misma fórmula y dejó grandes acciones defensivas: metiéndole el cuerpo, anticipándose, impidéndole saltar cómodamente... Una lucha sin cuartel que terminó con un 0 para Erling, que no tuvo ninguna opción de entrar en juego y que tendrá la vuelta para arreglar su calificación.
Decepcionante Bellingham
Si Haaland no estuvo a la altura en la batalla del Bernabéu, Bellingham tampoco. El inglés fue otros de los que rindió por debajo de su nivel y apenas contó ocasiones como para haber podido agitar el avispero. Al mediapunta se le vio más preocupado en protestar al colegiado que generar acciones peligrosas para su equipo.
Inicio desconcertante de Jude, ya que se le vio desquiciado porque el trencilla no le señaló una serie de faltas. Incluso hizo varios aspavientos en un lance con Gvardiol y también tuvo sus más y sus menos con Rúben Dias, en un duelo que casi acabó con el británico viendo una amarilla que le hubiese dejado sin partido de vuelta.
A mencionar el trabajo que hicieron los dos defensores al igual que Akanji y Stones, que le pararon los pies en todo momento. Sin fuerza ni chispa, el ex del Borussia Dortmund estuvo bloqueado y no aportó nada -incluso restó en ataque-, algo que a Ancelotti poco le importó porque le dejó en el campo toda la contienda.
Parece que Bellingham ha cambiado desde Mestalla, desde ese momento en el que fue expulsado por protestar tras marcar el hipotético gol de la remontada blanca segundos después de que el árbitro indicase el final del encuentro. El inglés acumula ya varios partidos malos y frente a los de Guardiola dejó imágenes de pases sin destinatario o remates que no fueron a ningún lado.
La 'borrada' de Mbappé
El de Bondy dijo en la previa del PSG-Barça que estaba listo para enfrentarse a los azulgranas y que no iba a esconderse, pero resulta que el francés engañó a todos. El jugador parisino mostró durante el partido una clara falta de ambición y encima estuvo desquiciado en todo momento. A mencionar el trabajo de su compatriota Koundé, que se encargó de frenarle y de sacarle de sus casillas.
Todo el mundo daba por hecho que Mbappé se iba a dar un festín ante los 'culés', pero el festín se lo dio la defensa del Barça. Repaso absoluto de Jules, que no le dejó ni un milímetro para pensar, y también de Araujo, que estuvo inconmensurable en la ayudas cuando tenía que lidiar con la más fea. Y qué decir de Cubarsí, que incluso impidió al '7' que chutase a portería en una acción.
En Francia lanzaron críticas hacia Kylian y le señalaron porque parecía que estaba en su mundo, sin ningún tipo de conexión con sus compañeros. El atacante del PSG ni siquiera intentó marcar la diferencia, ya que no intentó ni una sola vez el regate ni tampoco sacó a relucir su punta de velocidad.