El 15 de abril de 1989 una avalancha acabó con la vida de 96 personas en el estadio Hillsborough, dejando, además más de 800 aficionados heridos, una tragedia que ya ha cumplido 30 años, pero que sigue en el recuerdo de todos.
Hillsborough albergaba la semifinal de la FA Cup entre el Liverpool y el Nottingham Forest. Tras la histórica tragedia, una de las más terribles que se recuerdan en el fútbol, se le atribuyó la responsabilidad de lo ocurrido a la propia afición.
Pero el 12 de septiembre de 2012, el primer ministro David Cameron compareció ante la Cámara de los Comunes para pedir públicamente perdón, confirmando que se había tratado de una negligencia de seguridad: "Las familias han creído, durante mucho tiempo, que hubo un intento de las autoridades por tergiversar lo que pasó. Tenían razón".
Después de 30 años, los familiares todavía esperan una compensación que no parece que vaya a llegar, 30 años después de una de las peores tragedias del fútbol. Momento en el que el Espanyol visitará el escenario inglés para enfrentarse al Sheffield Wednesday.