4.000 argentinos recibieron a Messi en Mallorca

La primera de las cuatro sesiones de entrenamiento programadas en Palma por el seleccionador, Lionel Scaloni, concentró a un numeroso público, entre el que destacaba una parte importante de los 4.000 argentinos empadronados en la isla.

Ninguno de ellos pudo presenciar el entrenamiento, que fue abierto durante 15 minutos solo para los medios de comunicación.

Los hinchas colapsaron el acceso a las instalaciones, situadas a un costado de una carretera muy transitada, e impidieron la fluidez del tráfico en la zona.

El monumental atasco obligó a intervenir a la Policía Nacional, que además de controlar el acceso al recinto deportivo, escoltó al autobus de la Selección Argentina.

Con banderas de Argentina y cánticos, los aficionados dieron una ruidosa bienvenida a Messi y a sus compañeros.

El jugador del Barcelona acaparó toda la atención de los aficionados, sin desmerecer al interés que también despertaron el Kun Agüero (Manchester City), Paulo Dybala (Juventus) o Giovanni Lo Celso (Tottenham), por nombrar solo a algunas de las estrellas del firmamento futbolístico argentino.

Erman Romay, natural de La Plata y residente en Mallorca, dijo a 'EFE' que había acudido "para ver de cerca a Messi y al Kun Agüero. Son los mejores del mundo", aseguró. "Admiro mucho a Messi, pero sigo al Atlético de Madrid, no al Barça, por el Cholo Simeone", explicó.

Otro hincha, Andrés, nacido en Mendoza y también residente en la isla, se acercó al entrenamiento de Argentina "con la familia y para ver a Messi".

Otro futbolista al que se siguió muy de cerca fue Lautaro Martínez, del Inter de Milán, a quien se vincula con el Barcelona, sobre todo tras el gran partido (con gol incluido) que hizo en el Camp Nou en la Liga de Campeones.

Martínez fue sometido a unas pruebas médicas este lunes en Palma debido a que en el último partido con el Inter sufrió un golpe en la cabeza, según confirmó el jefe de prensa de la Selección Argentina, que señaló que los estudios han descartado lesiones importantes, aunque "realizará prácticas diferenciadas".

Los jugadores con más minutos este fin de semana, entre ellos Messi y Agüero, se quedaron en el gimnasio de las instalaciones y no participaron en el entrenamiento junto al resto de sus compañeros.

Messi es una de las grandes novedades de la Selección Argentina, a la que regresa tras cumplir los tres meses de sanción que le impuso la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) por criticar la labor de los árbitros en la pasada Copa América disputada en Brasil.

La sesión comenzó con ejercicios suaves y un rondo, y eso fue lo que se pudo ver antes de que concluyera el plazo de tiempo que tenían los medios de comunicación para hacer su trabajo.

Argentina eligió Mallorca para prepararse antes de afrontar los amistosos frente a Brasil en Arabia Saudí y Uruguay en Israel.

Scaloni tuvo mucho que ver en ello. Jugó en el Mallorca en la temporada 2008-2009 y, aunque después firmó con la Lazio, echó raíces en la isla al comprar un vivienda donde suele pasar largas estancias.

"En ningún otro sitio vamos a estar más tranquilos que aquí", declaró Scaloni el domingo, en el descanso del partido Mallorca-Villarreal, que vio junto a todo su cuerpo técnico (el Mallorca ganó 3-1).

Una vez agotado el tiempo de acceso al entrenamiento abierto, la Argentina de Messi se aisló por completo para cumplir con las pautas de trabajo en su puesta a punto en Mallorca.

En las últimas temporadas, equipos europeos y chinos han elegido la instalaciones de Son Bibiloni y el clima benigno de la isla para entrenarse.

El Köln o el Hertha de Berlín, el Helsingborgs, el Inter de Milán en los años de Héctor Cúper, los equipos chinos Beijing Guoan, Shanghái Shenhua o Guizhou Hengfeng se han concentrado en Palma.

Futbolistas como los actuales campeones de Europa con el Liverpool Jordan Henderson o Sadio Mané y el campeón del mundo con Alemania Bastian Schweinsteiger, entre otros, son visitantes habituales de un centro deportivo reservado, ya, por varios equipos de primer nivel europeo a partir de enero, cuando el frío arrecia en Europa.