Krzysztof PIatek llegó a la Fiorentina en el pasado mercado invernal. La entidad 'viola' se aseguró su cesión unos días antes de que se consumara la marcha de Dusan Vlahovic, el goleador que firmó por la Juventus.
En el Hertha Berlin, su papel estaba siendo más que secundario. En los dos últimos meses en el club, noviembre y diciembre, sumó apenas 99 minutos en cuatro partidos. Pero su llegada a Florencia le ha hecho renacer de sus cenizas.
Piatek ha vivido una montaña rusa de emociones en sus últimos cuatro días. Debutó con gol ante el Nápoles en su primer partido con la Fiorentina, el 13 de enero, pero tardó un mes en celebrar sus siguientes dianas. No jugó ante el Genoa, no marcó ante el Cagliari y solo sumó 14 minutos frente a la Lazio, pero fue titular contra el Atalanta en Coppa.
En ese partido, marcó dos goles, uno de ellos de penalti y otro al recoger su propio rechace tras fallar su segundo lanzamiento desde los once metros, y disfrutó del triunfo 'in extremis' gracias al tanto de Milenkovic en el 94'. Y eso que su equipo tenía un jugador menos.
Solo cuatro días más tarde, este lunes, Piatek volvió a saborear tanto lo dulce como lo amargo de la profesión de delantero. A los 16 minutos, mandó un penalti al palo, pero se quitó el mal sabor de boca al abrir el marcador antes del descanso. Al final, una diana de Amrabat en el 89' le permitió sumar otra victoria agónica.