Mientras estuvo bien físicamente, Carriço fue un líder para la zaga sevillista. Capacitado para jugar también en el centro del campo, el portugués renovó este pasado verano por petición expresa de Berizzo... y ahora se ha vuelto a romper.
El futbolista sufrió una lesión en el tendón del cuádriceps derecho que le obligó a pasar por el quirófano. Un lesión más para él, la decimotercera desde que llegó al Sevilla.
En total, Carriço ha estado de baja más de 400 días, perdiéndose además 77 encuentros oficiales por los citados contratiempos. Un malfario que no cesa para un hombre muy querido por el sevillismo.