Pocos recuerdan que Polonia estuvo a punto de ser Campeona del Mundo en el Mundial de 1974. Sólo los más aficionados al deporte rey recuerdan un equipo que maravilló y sólo perdió un partido en todo el campeonato, precisamente el que daba acceso a la final.
El conjunto polaco había realizado un torneo perfecto en el que había derrotado a Argentina, Italia y Haití para pasar cómodamente a segunda fase. Allí, el equipo gobernado por el mítico Lato continuó con el sueño imponiéndose a Suecia y Yugoslavia.
Todo se iba a decidir ante el equipo anfitrión, Alemania Occidental. Quien venciera, pasaría directamente a la final. El partido, del que hoy se cumplen 41 años, ha sido denominado la 'batalla del agua' por el tremendo aguacero que cayó en el campo antes del inicio del mismo.
El choque, que se disputó en un campo en pésimas condiciones, penalizó el buen fútbol de Polonia, que era el equipo que mejor juego había desplegado hasta la fecha, y favoreció a la más potente y física Alemania.
Un tanto de Müller puso a los anfitriones en la final -donde ganarían el título- y envió a los polacos al partido por el tercer y cuarto puesto, donde también derrotarían a Brasil.
Muchos se preguntan qué hubiera pasado de haberse disputado el encuentro en condiciones normales, pero la ya clásica 'batalla del agua' fue definitiva para definir el Mundial de 1974. Aquí, un resumen de aquel histórico partido: