Parece que queda muy lejano aquel 13 de septiembre de 2008, cuando un joven de 20 años llamado Sergio Busquets debutó en partido oficial con el Barcelona. Nadie podía pensar que aquel espigado jugador iba a revolucionar el fútbol.
Nadie, no. Pep Guardiola fue le que confió en él para una posición muy delicada dentro del juego que quería proponer el cuasi novel técnico. Tras dirigirle en el filial la campaña anterior, tenía claro que el futuro le pertenecía.
Con tanta seguridad irrumpió Busquets en el Camp Nou que dos años más tarde el Barcelona decidió vender a Touré Yaya. Antes de la llegada del técnico de Santpedor, Rijkaard contó con él en dos encuentros de la Copa Catalunya.
Hasta ahora, el mediocentro ha cumplido 499 partidos con la camiseta de Barcelona y tiene un palmarés envidiable para cualquier jugador. Será contra el Atlético cuando llegue al medio millar de encuentros.
De todos los enfrentamientos que ha disputado, en 443 ha salido de titular y en 346 ha jugado los 90 minutos. Su valor ha sido incalculable para todos y cada uno de los entrenadores que le han dirigido.
En su trayectoria profesional acumula 13 tantos y 30 asistencias, un dato más que satisfactorio si se tiene en cuenta su zona y tipo de juego.