11 de julio de 2010. España se la jugaba ante Holanda en un partido duro. 'La Roja' desplegó clase y buen juego durante todo el Mundial, encandilando a la afición.
Así, se plantaba en la final ante la 'Naranja Mecánica'. Dos equipos cara a cara por un objetivo idéntico: hacerse con el ansiado Mundial.
El partido fue duro. Hubo ocasiones para todos... la más clara de Holanda la paró Iker Casillas, el 'Santo' que salvó a España de un balón que iba envenenado hacia la meta de 'la Roja'.
No fueron suficientes los 90 minutos para decidir al campeón y el partido se fue a la prórroga. El tiempo pasaba y el balón no quería entrar...
La afición ya temía que se avecinaba una tanda de penaltis de infarto, hasta que apareció Iniesta. Cesc robó el balón a Holanda al borde de su área, le puso el pase perfecto al de Fuentealbilla y el manchego no falló.
Iniesta le pegó con el alma... con la suya y con la de 46 millones de españoles que llevaban esperando ese momento durante años y años de historia.
España entera gritó el gol de Iniesta que le daba a 'la Roja' el primer y único Mundial de su historia. Un tanto para no olvidar...