Faltaban pocos minutos para el final del Club Mitre-Sporting de Santo Pipó. Ganaban los locales 3-1 cuando el futbolista de Sporting Matías Benítez veía la segunda y la consiguiente roja.
Los futbolistas del conjunto visitante protestaron, pero fue Luis Maciel el que sobrepasó todos los límites. Sin pensárselo dos veces, propinó dos puñetazos al árbitro, Gabriel Cortínez, quien se desplomó, inconsciente, sobre el terreno de juego.
El partido quedó suspendido de inmediato, el colegiado fue trasladado de urgencia a un hospital y el agresor, a la comisaría más cercana, de donde fue liberado a las pocas horas.
17 de diciembre de 2018
"Tengo mucha tristeza. Miré el cronómetro, faltaba un minuto y medio y recibí ese golpe que me dejó dormido. Estaba contento por el partido que había hecho", declaró Cortínez a 'Doble 5', tras lo sucedido en el terreno de juego de la provincia argentina de Misiones.