A Vado Gudelj, sabedor de que su equipo estaba a punto de rascar un punto sabrosísimo en el Bernabéu, le pudieron las ansias. El delegado del Celta arrojó un balón un balón desde el banquillo al campo cuando el partido estaba en juego y fue expulsado por ello. Ya se sabe el castigo: .
Salvo sorpresa, el ex futbolista será sancionado en virtud del artículo 101 del Código Disciplinario de la Federación Española de Fútbol, que habla de que el lanzamiento de un balón al campo con el partido en juego por parte del "delegado de campo o por alguno de los recogepelotas supondrá su expulsión directa del terreno de juego, siendo sancionado con un mínimo de tres partidos de suspensión".
Así que el delegado celeste puede celebrar que reciba solo el mínimo castigo posible. Eso sí, el Celta se arriesga a una multa de hasta 6.000 euros por la acción, que llegó a segundos del final del encuentro.
Los próximos tres encuentros del Celta son ante el Leganés en Balaídos y dos salidas a domicilio: Granada y Getafe.