Su origen humilde en Jamaica, la evolución precoz a media camino entre Londres y Liverpool y su prematuro éxito en los 'reds' de la mano de Brendan Rodgers.
Todo eso cuenta a la hora de tratar de comprender el porqué del rendimiento de Raheem Sterling a las órdenes de Guardiola, convirtiéndose en uno de los futbolistas ingleses del momento.
Su talento quedó latente con la consecución del Golden Boy en 2014. O cuando acompañado por Suárez, Coutinho, Sturridge o Gerrard estuvo cerca de proclamarse campeón de la Premier con apenas 18 años.
Pero su juego, anárquico, excesivamente individualista y desprovisto de táctica hicieron dudar de su utilidad dentro de un sistema tan de autor como el del técnico catalán.
Llegado el momento, Sterling también supo demostrar que se trata de un jugador inteligente y voluble, capaz de refrendar la decisión que en su día tomó el City al pagar más de 60 'kilos' por su fichaje.
Los números hablan por él y gracias a la influencia de Guardiola en su fútbol, el todavía joven delantero inglés ha logrado pulverizar sus registros goleadores, doblando sus cifras en las dos últimas temporadas.
Un hecho que se entiende dentro del contexto del éxito, un círculo en el que se ha movido el propio Sterling en el conjunto 'citizen' -a nivel nacional- y en la Selección Inglesa, en auge en los últimos años.
A poco más de una semana de que arranque la Premier League, el '7' del Manchester City se antoja -de nuevo- una pieza fundamental en la maquinaria de Guardiola, que tras dominar Inglaterra enfila el reto de conquistar Europa, su gran debe en los últimos años.